La tradicional oferta de estufas de leña y de gasoil en sistemas de calefacción se ha diversificado en los últimos tiempos, hasta comprender un sinfín de tecnologías (emisores térmicos, suelos radiantes, bombas de calor) y de alternativas energéticas (pellets, gas natural, geotermia). Sin embargo, esta diversidad de opciones esconde un aspecto negativo: cada vez más consumidores se preguntan cómo elegir la calefacción adecuada, por la dificultad para poner en valor la amplia oferta disponible.
Más allá de su presupuesto o de las circunstancias del inmueble, los consumidores inteligentes fundamentarán la compra de su calefacción en criterios más o menos objetivos: el tipo de calefacción según la energía utilizada, la eficiencia energética del producto, el prestigio del fabricante o la relación calidad-precio, siempre de interés para los presupuestos más ajustados.
¿Dudas al elegir la calefacción más adecuada? Acertarás siguiendo este paso a paso
Con los fríos de la temporada invernal, los sistemas de calefacción ganan protagonismo, incluso en las regiones históricamente más calurosas. Esta disparidad de temperaturas, conjuntamente con otros factores, imposibilitan a los expertos dar una respuesta categórica al gran interrogante de estas fechas: ¿cuál es el mejor sistema de calefacción? El siguiente paso a paso ayudará a formarse una respuesta acertada para cada consumidor:
Paso 1: Considera las dimensiones de la vivienda
Más allá de las preferencias personales y de los objetivos energéticos del interesado, la compra de sistemas de calefacción para viviendas unifamiliares debe valorar las circunstancias del inmueble: dimensiones, aislamiento térmico, etcétera. Un apartamento de 80 metros cuadrados requerirá una calefacción distinta a la de una vivienda de 150 m2 y tres plantas, tanto más si los inmuebles comparados se emplazan en CC. AA. distintas.
Por concretar ejemplos, los aires acondicionados con bomba de calor son una solución idónea para pisos y viviendas de pequeño-mediano tamaño del Sur y el Levante peninsular. Menos bondadosas son las temperaturas medias de regiones norteñas, como las de la cornisa cantábrica, donde la calefacción por biocombustibles sólidos podría ser la más indicada. Determinados suelos, incluso, habilitarían la posibilidad de instalar sistemas de geotermia o de aerotermia.
Así pues, para elegir los mejores sistemas de calefacción para tu hogar, es prioritario valorar el inmueble por separado, antes de considerar los demás aspectos.
Paso 2: Elige el sistema de calefacción más adecuado
Analizadas las limitaciones y necesidades del inmueble, los interesados procederán a estudiar los diferentes tipos de calefacción. Aunque tradicionales, las calderas y estufas de gasoil, gas butano y gas natural siguen gozando del favor del público y pueden constituir una solución económica y eficaz en determinadas circunstancias.
La búsqueda de ahorro energético y la mayor conciencia ecológica ha posicionado a las estufas de pellets en un puesto preferencial. Estos biocombustibles fósiles, también llamados pellas, se elaboran a partir de cortezas, serrines y otros desperdicios forestales, constituyendo una excelente inversión a medio-largo plazo.
Más innovador es el denominado suelo radiante, que permite calefactar grandes superficies por medio de una canalización integrada en el suelo del inmueble. Funciona con electricidad o con gas y constituye una alternativa eficaz y ecológica a los radiadores tradicionales. También eco-friendly son los sistemas basados en energía geotérmica y energía aerotérmica, dos opciones al alcance de pocos, ya que requieren una elevada inversión inicial y cuya implementación precisa unas condiciones muy particulares.
Paso 3: Apuesta por la más alta calificación energética
Con independencia de su tipología y de las necesidades del inmueble, el mejor sistema de calefacción para un piso debe ostentar un etiquetado energético acorde con los objetivos de consumo eléctrico establecidos para los próximos años. Una garantía en este sentido son los productos etiquetados con ‘Ecodesign’, un estándar para estufas que garantiza el óptimo aprovechamiento de la leña, con unas emisiones mínimas ambientales. Se prevé que, desde enero de 2022, todos los calefactores de biomasa sólida deben poseer la etiqueta ‘Ecodesing’ para su comercialización en la Unión Europea.
Por su parte, los sistemas de calefacción eléctrica deben contar con la calificación energética más alta. Después del reescalado propuesto en fechas recientes, las etiquetas A +, A ++ y A +++ han sido reemplazadas por otras que abarcan de la G a la A, siendo esta última letra la más eficiente. Dado que ningún fabricante cuenta con productos dignos de la etiqueta A, la mayoría de los disponibles ostentan la B y la C, ambas recomendables.
Paso 4: Relación calidad-precio y prestigio de la marca
La calidad es un parámetro que sólo los presupuestos más holgados pueden valorar por separado. La mayoría de los consumidores sopesará las prestaciones del tipo de calefacción deseada con la competitividad de su precio, siendo estas variables —calidad y precio— parte de una misma ‘ecuación’. Por otra parte, la marca y su prestigio influirán igualmente en la decisión de compra. Y es que fabricantes como Orbegozo, Taurus, Pablo Corbalan u otros disponibles en el catálogo de Modrego Hogar pueden inclinar la balanza positivamente.
Paso 5: No subestimes la instalación y su coste
Si todavía te preguntas qué calefacción poner en casa, este último paso contiene información útil y esclarecedora. Porque la instalación conlleva un coste y un esfuerzo determinados, que puede ser irrisorio (como en los pequeños electrodomésticos) o suponer un ‘hachazo’ inesperado al presupuesto familiar (así sucede en los radiadores dependientes de una red de tuberías, en el suelo radiante, en la calefacción por geotermia, etcétera). De ahí que sea importante valorar los gastos de instalación a la hora de elegir la calefacción más adecuada.