Los televisores inteligentes o smart TV son ya uno de los electrodomésticos más deseados en los hogares de medio mundo. Dada la amplitud de la oferta disponible, los futuros compradores deben considerar ciertos aspectos para acertar en su elección, como las dimensiones, el diseño, la tecnología de la pantalla, su conectividad o el sistema operativo empleado en su interfaz. De este modo, sabrán cómo elegir un televisor smart sin temor a equivocarse.
Lanzados hacia el 2005, los televisores inteligentes reciben esta denominación por el número de funciones y aplicaciones que permiten instalar, cercanas en número y prestaciones a los smartphones, de los que han heredado la coletilla de «inteligentes» pese a ser dispositivos distintos. Por similares razones se habla de casas ‘inteligentes‘.
A diferencia de los televisores convencionales, los inteligentes requieren una conexión a Internet para operar con normalidad, dada la abundancia de servicios digitales de los que depende su funcionalidad. Entre las características más notables de este electrodoméstico, destacan la compatibilidad con aplicaciones externas como Twitch o YouTube, la navegación por Internet, la visualización de juegos, noticias y redes sociales en tiempo real o el acceso a sistemas de almacenamiento externo, como unidades USB o tarjetas SD.
5 aspectos que tener en cuenta al comprar un televisor smart
En líneas generales, los televisores inteligentes pueden emplear dos tipos de tecnologías en sus pantallas: LED (light-emitting diode display), QLED (quantum dot display) u OLED (organic light-emitting diode). Las primeras se caracterizan por emplear paneles de cristal líquido, que optimizan el colorido y el contraste de las imágenes.
Los televisores OLED, por su parte, disponen de un panel sin retroiluminación, pues cada píxel se ilumina de manera autónoma, lo que evita que el contraste y el color se debilitan al visualizar la pantalla desde los ángulos. Por último, los televisores de tipo QLED son distintos a los OLED, pues aunque constituyen la respuesta comercial de Samsung a LG, en esta los píxeles no se iluminan de forma independiente, sino que dependen de una fuente de iluminación externa, siendo más una evolución de los clásicos LCD que del OLED de su competidor.
En respuesta a cómo elegir un TV smart, las dimensiones del televisor deben ser consideradas con detenimiento. De antemano, advertimos que las pantallas que a priori puedan parecer excesivas en cuanto a sus dimensiones, a medio-largo plazo tienden a ‘encoger’ cuando el ojo se acostumbra a ellas. El tamaño ideal viene determinado por las limitaciones especiales del salón y el presupuesto del usuario.
La conversión de pulgadas a metros se explica a continuación: los televisores de 32 pulgadas tienen unas dimensiones de 1,5 a 2,3 metros, mientras que los de 40 a 49 pulgadas abarcan de 2 a 3,2 metros; a partir de 50 pulgadas, el televisor ofrece un tamaño de 2,5 a 3,3, metros, y a partir de 65 sus dimensiones oscilan entre los 3,4 y los 4,2 metros.
Otra de las cuestiones clave para saber cómo elegir el mejor televisor reside en el diseño de la pantalla. Dos son las posibilidades: planas y curvas. Los televisores de pantalla curva garantizan una mayor sensación de inmersión y de profundidad y una apariencia más sofisticada que las pantallas planas que, por su parte, son menos vulnerables a los reflejos, ofrecen un mayor ángulo de visión, ocupan un espacio más limitado y se comercializan por un precio más asequible.
La conectividad es una característica que debe tenerse en cuenta al comprar un televisor smart, especialmente en un momento en que el Internet de las Cosas empieza a imponerse en todos los ámbitos. Los mejores smart TVs permite conectar consolas de videojuegos, altavoces, home teather y reproductores DVD, además de contar con puertos para tarjetas SD, pendrive y HDMI.
Por último, el sistema operativo puede ser un apartado decisivo a la hora de comprar televisores inteligentes. Cada fabricante implementa en sus modelos un sistema operativo que influyera de manera crucial en la experiencia del usuario. Así, los televisores de LG emplean WebOS; los de Panasonic, Firefox OS; los de Samsung, Tizen; los de Sony, Android TV; los de Toshiba, Fire TV, etcétera.
Como es evidente, los usuarios de Apple encontrará una mayor afinidad con los sistemas operativos desarrollados por la marca de la manzana que por la competencia. Por eso, este aspecto, en principio irrelevante, puede decidir el modelo y marca de televisor inteligente a comprar.
En definitiva, los compradores interesados en obtener una smart TV adaptada a sus necesidades deben prestar atención a la tecnología de la pantalla (LED, OLED, QLED), sus dimensiones, su diseño, las opciones de conectividad y el sistema operativo que utilice.