Para decidir cómo iluminar una piscina, Modrego Hogar te invita a seguir un paso a paso con explicaciones detalladas de este proceso: desde la elección de los focos o lámparas, hasta su integración en el diseño de la piscina y la decoración del jardín.
La piscina es el centro de atención de cualquier jardín, y aunque en invierno pierda protagonismo, los meses de verano se lo devuelven, época en que apetece bañarse incluso de noche. ¿Siempre has renunciado a esta experiencia por falta de luz? Instalar un sistema de iluminación artificial en tu piscina es la solución.
Los días se prolongan en verano, pero nunca son lo suficientemente largos; siempre queda el deseo de extender esa conversación, de disfrutar de la piscina a la luz de las estrellas o de chapuzarse otro poquito en familia. No importancia cual sea la razón: la iluminación de una piscina está justificada por sus beneficios.
En primer lugar, una piscina bien iluminada mejora la visibilidad en su perímetro, una ventaja que eleva la seguridad de adultos, niños y mascotas previniendo tropiezos, resbalones u otros accidentes. Permite, además, realzar el valor estético de la vivienda, del jardín y de la propia piscina, que presentará un aspecto admirable incluso en la noche más oscura. Iluminar una piscina aumenta, en suma, el bienestar en entornos outdoor.
¡Hágase la luz! 5 pasos para iluminar eficazmente tu piscina
Elegir la iluminación exterior para una piscina es un desafío. Son muchos los aspectos a considerar: el tipo de luz, su número, su altura, su ubicación, etc. Cometer un error implica asumir una pérdida de iluminación, un recurso valioso en piscinas de gran superficie. Por ejemplo, separar demasiado los focos o lámparas reducirá la intensidad de su luz, generando zonas de penumbra; el acercamiento excesivo de los puntos de luz, por contra, ocasionará una intensidad molesta. Así pues, ¿Cómo iluminar una piscina de manera eficaz?
Paso 1: eligiendo el tipo de luz
La libertad para elegir entre infinidad lámparas y focos de piscina crea más dudas que certezas. Los interesados, sin embargo, no deben apabullarse, pues el universo de productos relacionados se divide en tres tipos: (1) las bombillas LED, caracterizadas por su sencillo cableado, un consumo energético mínimo y un diseño apto para toda clase de piscinas; (2) las luces halógenas, que compensan su alto consumo energético con un precio asequible y un rendimiento sobresaliente, y (3) las luces de fibra óptica, una solución menos económica, de mantenimiento simple, bajo consumo energético y altas prestaciones.
La iluminación de piscinas puede adoptar, además, múltiples formas. El mercado ofrece soluciones tan originales como las luces flotantes, que se desplazan a lo largo de la piscina de manera similar a un flotador; los focos imantados, que se adhieren a las paredes de la vivienda o la piscina, y los farolillos, que podrás cambiar de lugar alrededor del perímetro de la instalación.
Si aún dudas del tipo de iluminación para piscinas, los siguientes pasos te ayudarán a acertar en tu decisión.
Paso 2: buscando dónde instalar las luces
El diseño de una piscina condiciona su iluminación. Desentenderse del uno haría, pues, fracasar la otra. De ahí que se recomiende considerar la forma, tamaño y emplazamiento de la piscina antes de instalar sus luces. Por ejemplo, si la piscina se ubica cerca del porche o de la fachada de la vivienda, las luces deberían orientarse en dirección opuesta, para así evitar molestos deslumbramientos; una solución intermedia sería instalar las luces en puntos elevados, apuntando desde arriba a la piscina.
Por otra parte, si la piscina en cuestión cuenta con escalera romana en su parte central, las luces se instalarán en los extremos. En el caso de piscinas de anchura superior a lo normal, situaremos el sistema de iluminación en la pared opuesto; si esta solución provoca deslumbramientos, instalaremos luces en el fondo de la piscina o en puntos elevados.
El tipo de piscina restringe, por lo tanto, el abanico de posibilidades de su iluminación. Por este motivo las piscinas de obra nueva parten con ventaja; fácilmente pueden armonizar su diseño con el sistema de luces, realizando pequeños y grandes ajustes que, con el cemento seco, serían inviables.
Paso 3: determinando el número y la altura de las luces
El número idóneo de luces en una piscina depende de sus dimensiones. Una regla general sugiere la instalación de un foco o lámpara cada 20 metros cuadrados. Dada la intensidad variable de las luces, esta relación debe adaptarse a las propias necesidades. En la mayoría de los casos, de una a tres fuentes de luz es suficiente.
Para decidir la altura de las luces, se tomará como referencia la parte superior o borde, para instalarlas a 70 cm de este punto. Lograrás, de este modo, iluminar tanto el interior de la piscina como su perímetro inmediato. (Claro está, los focos de la piscina pueden complementar pero no sustituir el alumbrado exterior del jardín o terraza).
Paso 4: garantizando la seguridad de la iluminación
Tras responder a cómo iluminar una piscina, detallaremos las medidas de seguridad básicas que debe cumplir un sistema de iluminación. En primer lugar, el cableado y la fuente de la alimentación de los focos se situarán fuera de la piscina, en un espacio aislado, protegido de la exposición solar y de posibles salpicaduras.
Respetar la tensión de seguridad es, por otra parte, la mejor forma de prevenir accidentes. Las luces y el resto de productos para piscina que dependan de la electricidad, deben ajustarse a la tensión límite establecida (12 V máx. para la corriente alterna y 30 V máx. para la corriente continua). Ni que decir tiene que los focos y sus accesorios deben presentar una alta impermeabilidad, como el nivel IP66, que garantiza su protección contra chorros de agua potentes.
Paso 5: armonizando las luces y la decoración
Desde una perspectiva estética, este último paso es el más importante. La funcionalidad y utilidad de las luces —abordadas ya en los pasos uno, dos y tres— no son incompatibles con un diseño armónico con su entorno, es decir, con la piscina y el resto del jardín o terraza. Si dispone de un estilo definido (minimalista, rústico, mediterráneo, etc.), la iluminación elegida debería, pues, concordar con su estética, nunca actuar como un ‘verso suelto’.
Porque elegidas sabiamente, las luces de piscina realzarán su entorno inmediato. Otro aspecto a considerar es el color de la iluminación. Sobradamente ha sido demostrada su influencia en la psicología humana. El color adecuado puede construir ambientes que incentiven estados de ánimo: la tranquilidad de los tonos azules, la elegancia del blanco, la pasión del rojo, etc.
Saber cómo iluminar una piscina con LED implica, además, considerar la mezcla de tonos y sus posibilidades. Por ejemplo, si deseamos lograr un color predominantemente amarillo; buscaremos un equilibrio entre LEDs rojos y verdes; si buscamos un azul cian, haremos lo propio con luces verdes y azules.
Por otra parte, huir de la rigidez en el estilo alegrará a los más jóvenes de la familia. Modrego Hogar dispone de luces LED de color personalizable a través de un práctico mando a distancia. Incluso en piscinas para niños, este tipo de iluminación consigue un efecto lúdico en la iluminación, generador de un disfrute adicional para los más pequeños.
