Alimento milenario donde los haya, el yogur es uno de los productos más demandados entre los consumidores españoles. El 18% de ellos aumento su ingesta durante los sucesivos confinamientos de la pandemia, lo que supone un consumo medio de 14 millones de yogures al día, esto es, 115 yogures per cápita al año, según datos de la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AECOC).
A ello se suma la creciente moda del do it yourself, la afición a elaborar yogures caseros empleando electrodomésticos como la yogurtera. Los postres así preparados contienen todos los beneficios de un producto natural, libre de conservantes y aditivos artificiales, pero enriquecido con los aportes de la leche fermentada, fuente de proteínas, calcio e hidratos de carbono que aumentan las defensas del organismo y favorecen la regulación intestinal
Funcionamiento y uso adecuado de la yogurtera
Este electrodoméstico fue introducido en el mercado doméstico hacia 1970 por VMC Health, lo que supuso una evolución con respecto a los antiguos sistemas de elaboración artesanal de yogur. La yogurtera, como indica su nombre, es un dispositivo pensado para preparar yogur y se compone de una base con termostato y placas de calentamiento, recipientes de cristal con tapa de rosca de unos 150-200 gramos y un recipiente de plástico. A grandes rasgos, su finalidad es mantener la leche y los fermentos a una temperatura constante, para así favorecer la multiplicación de las bacterias del yogur.
El funcionamiento de una yogurtera es simple: después de preparar las recetas de yogur a base de leche fresca, fermentos y saborizantes al gusto, estas se vierten en los tarros para introducirlos en la yogurtera, donde se les dejará repostar durante 8-12 horas aprox., sin interrumpir el proceso en ningún momento ni interaccionar con el ciclo de preparación del electrodoméstico.
Esta última precaución es importante por dos razones: en primer lugar, la fermentación se produce a temperaturas de 40 a 50 grados y requiere tiempo para la que las bacterias proliferen adecuadamente; en segundo lugar, esta alta temperatura puede ocasionar quemaduras en caso de interactuar con la yogurtera antes de su finalización. De hecho, cuando el ciclo de preparación se ha completado, debe aguardarse unos minutos antes de extraer los tarros e introducirlos en la nevera durante 1-2 horas para su enfriamiento.
Estos tips te ayudarán a conseguir resultados deliciosos con yogurteras
Después de explicar cómo usar yogurtera, parece lógico profundizar en la receta base para preparar este postre antes de verterlo en los tarros de este electrodoméstico. Esta mezcla se compone de leche fresca pasteurizada a baja temperatura, los fermentos específicos para el tipo de yogur deseado (búlgaro, probióticos, etcétera) y otros ingredientes destinados a saborizar el producto final (azúcar, canela o miel).
Cuestión de ‘buena’ leche
Para obtener una deliciosa leche fermentada por bacterias lácteas, es necesario elegir la leche adecuada. No todas son útiles para esta tarea. Así sucede con los bricks de leche UGT, sometidos a ultrapasteurización a más de 150 grados y, por consiguiente, carentes de las bacterias necesarias para la fermentación. La más recomendada es la leche fresca que, en supermercados y comercios, se encuentra en las neveras y expositores a bajas temperaturas.
No obstante, otros tipos de leche son factibles en la preparación de yogur, aunque alterarán su textura y sabor. Por ejemplo, la leche semidesnatada o desnatada cuenta con un porcentaje de materia grasa distinta; la leche vegetal tiende a producir yogures más densos de lo habitual, y las leches de cabra y de oveja aportarán matices que sorprenderán a los paladares poco acostumbrados a esta variedad lechera.
Saborizando el yogur
Existen numerosos ingredientes para personalizar el sabor de yogures y dejarlos al gusto de cada persona. Además del azúcar y la sal, este postre puede realzarse con ayuda de la miel, la canela, la vainilla, el cacao el polvo, frutos secos como las avellanas, las almendras y las pasas y aditivos como el café o el caramelo. Las posibilidades son prácticamente ilimitadas, lo que espoleará la imaginación de los chefs más creativos.
¿Cómo elegir una yogurtera de calidad?
Antes de comprar yogurtera, se recomienda analizar una serie de criterios útiles para seleccionar el modelo que mejor se ajuste a las propias necesidades. La capacidad y número de los tarros de este electrodoméstico es un aspecto a estudiar, pues los solteros no tendrán las mismas necesidades que las familias numerosas.
Los materiales de la yogurtera también arrojarán luz sobre su calidad, más allá de la reputación de la marca y de las valoraciones positivas que la avalen. Por ejemplo, la disponibilidad de tarros de cristal es un buen indicador, como también la presencia de funcionalidades diversas, prestación que será apreciada por gourmets experimentados que deseen elaborar sus yogures con mayor libertad.
Por último, la limpieza y el mantenimiento son importantes, pues en muchos casos obligan a malgastar un tiempo valioso. Se deben elegir yogurteras fáciles de desmontar y con el menor número de piezas posible. Asimismo, se valorará la disponibilidad de repuestos, ya que los tarros de cristal podrían romperse y otros accesorios podrían deteriorarse con el paso del tiempo.
