Si usabas las bombillas incandescentes en casa y luego las cambiaste por las de filamento de tungsteno y gas halógeno, el hecho de saber que la UE prohíbe las bombillas halógenas de manera definitiva seguro te ha dejado algunas dudas.
Si te preguntas qué pasará ahora y si esto realmente te beneficia a ti y al ambiente, es bueno que conozcas el contexto y algunos detalles que están detrás de esta medida.
Esta es la razón por la que la UE prohíbe las bombillas halógenas
Desde 1879, cuando Joseph Swan creó la bombilla incandescente en Inglaterra y Thomas Alva Edison la mejoró y patentó al año siguiente, el mundo salió de las sombras.
En 1959 se comenzó a experimentar con la tecnología de filamentos halógenos, un tipo de foco también incandescente. Elaborado con tungsteno, cuarzo y gas halógeno, significó una mejora en comparación con los dispositivos incandescentes tradicionales, pero aún no era suficiente en términos de eficiencia energética.
La tecnología avanzó hacia sistemas menos contaminantes. Isamu Akasaki, Hiroshi Amano y Shuji Nakamuraue lo hicieron realidad cuando, a principios de 1990, crearon los diodos emisores de luz (LED), unas bombillas de larga duración y alta eficiencia energética.
Las respuestas no se hicieron esperar desde 2009. En 2016, la directiva de la UE prohíbe las bombillas halógenas, específicamente los focos GU10.
El acuerdo tuvo que posponerse dos años, a fin de que los fabricantes pudieran adecuar la tecnología y reducir los costes de elaboración, sobre todo, para las que emiten una luz más brillante que equivale a 60-100W.
Este es el impacto de la prohibición en los hogares españoles
Cuando la UE prohíbe las bombillas halógenas, lo hace en aras de disminuir las emisiones
de carbono y el gasto energético. No solo se trata de cambiar los focos incandescentes por luminarias ecoamigables en los hogares, sino promover la cultura del diseño ecológico y el uso de electrodomésticos de alta eficiencia.
En el mercado español, hay varios modelos disponibles de bombillas alternativas LED y fluorescentes compactas, que duran muchísimo más que las luminarias halógenas.
Después de que la UE prohíbe las bombillas halógena salieron a relucir muchos detalles interesantes. Mientras las LED tienen una vida útil de 15 años, las de tungsteno y gas alcanzan solo unos 2 años (2.000 horas de uso). Es decir, tendrías que comprar 8 halógenas para cubrir el rendimiento de una sola lámpara LED.
Usando bombillas ecoeficientes en vez de las halógenas clásicas puedes ahorrarte cientos de euros al año en tus facturas de electricidad.
Se calcula que, el uso de halógenas puede implicar un gasto de €155 en 10 años (entre facturas de luz y compra de unidades); pero si usas focos LED, el coste final puede ser de unos €21.
5 detalles a tener en cuenta de las bombillas halógenas
- La prohibición incluye solo las bombillas “no direccionales”, que son aquellas con forma de pera.
- Se seguirán vendiendo hasta que se acabe la existencia en las tiendas.
- Algunos tipos de lámparas halógenas especializadas (como las usadas en odontología, hornos y los faros de coches) no entran en la prohibición. ¿La razón? La tecnología LED aún no logra reemplazarlas.
- En el mercado puedes conseguir las ecohalógenas a excelentes precios.
- El 85% de la electricidad que generan las bombillas incandescentes se transforma en calor y solo el 15 % en luz. Ahora ya sabes porqué la UE prohíbe las bombillas halógena y lo que puedes hacer para reducir tu huella de carbono en el planeta.