El número de aires acondicionados en viviendas y empresas se triplicará en 2050, según datos de la Agencia Internacional de la Energía. Este climatizador es ya una de las soluciones más utilizadas en millones de hogares españoles. Sin embargo, no son infalibles: los bloqueos en el condensador o las fugas en el circuito de refrigeración son averías comunes a todos los aires acondicionados que no reciben un mantenimiento adecuado.
El mantenimiento del aire acondicionado influye en su rendimiento eléctrico y tecnológico y en su vida útil, que se reduce drásticamente si aquel no recibe los cuidados adecuados. A diferencia de otros electrodomésticos, este tipo de climatizador integra numerosas piezas que deben ser reemplazadas periódicamente. También es importante desarrollar unos hábitos de limpieza que eviten la aparición de plagas bacterianas en el interior del aparado, responsable de la emisión de malos olores.
¿Cómo hacer el mantenimiento del aire acondicionado?
En primer lugar, el mantenimiento del aire acondicionado en casa requiere una comprobación básica de las temperaturas, para garantizar que no exista un fuerte contraste entre el exterior y el interior y procurar que la diferencia no supere los 10-12 grados. De lo contrario, el cambio sería demasiado brusco y pondría en riesgo la salud de inquilinos y clientes.
El segundo paso consiste en desinfectar el evaporador, cuya suciedad acumulada es responsable parcial de los malos olores en interiores de viviendas, oficinas y comercios con este sistema de climatización. Con el paso del tiempo, este accesorio de la unidad interna acumula gran cantidad de hongos, bacterias y microbios que pueden agravar alergias e incluso ocasionar neumonías. Su desinfección debe realizarse con ayuda de un pulverizador y una solución de agua y lejía, o utilizando productos industriales disponibles a la venta.
La limpieza del aire acondicionado prosigue con las rejillas de ventilación. Este proceso requiere extraer las rejillas en cuestión, no sólo por comodidad sino para acceder a todos sus intersticios y recovecos. Su limpieza se realizará con una mezcla de agua y de jabón y ocasionalmente con ayuda de un cepillo para eliminar la suciedad persistente.
Como parte del mantenimiento, debe comprobarse que la unidad no experimenta fugas ni pérdidas de gas refrigerante. Desafortunadamente, este chequeo en profundidad exige la intervención de técnicos especializados debido a su peligrosidad. Para cerciorarse de que, en efecto, es necesario solicitar la ayuda de un técnico, se debe estar atento a síntomas como el goteo excesivo de agua o la congelación de la tubería de cobre exterior, entre otros.
Para saber cómo limpiar el aire acondicionado, es importante revisar y reemplazar sus filtros, responsable de purificar el aire caliente o frío generado por el climatizador. Si este recibe un uso intensivo, se recomienda sustituirlo cada seis meses; en caso de recibir un uso ocasional (unas pocas semanas al año), su reemplazo podría efectuarse cada 1-2 años. A diferencia de otros procesos, el cambio de filtros es sencillo y rápido y está al alcance de los propios usuarios.
¿Cuáles son las averías más frecuentes en aires acondicionados?
Aclarado cómo hacer el mantenimiento del aire acondicionado, merece la pena mencionar algunas de las roturas y averías más frecuentes en esta clase de climatizadores, desarrollado en 1902. Es habitual, por ejemplo, que el condensador se bloquee, ya sea por efecto de fabricación o por la acumulación de suciedad, acarreando una disminución del rendimiento del aire acondicionado.
Irregularidades en las tuberías o instalaciones deficientes pueden, asimismo, reducir la capacidad de calentar o enfriar del aire acondicionado. Cualquiera de estas causas podría estar generando una fuga en el circuito de refrigeración. Por otra parte, el motor del ventilador es susceptible de sufrir desperfectos con el paso del tiempo que afecten al buen rendimiento del resto del equipo.
Además, un aire acondicionado sucio tenderá a emitir olores desagradables, lo que no siempre obedece a una avería o un defecto de fabricación. Si el climatizador ha recibido un uso intensivo sin ningún tipo de mantenimiento, es más que probable que el filtro y otros accesorios sean una fuente de bacterias y hongos. Otra posible explicación radicaría en la falta de uso; si el aparato no se utiliza durante la mayor parte del año, no es extraño que en sus depósitos permanezca un poco de agua residual y que esta favorezca la formación de moho.
A causa del tiempo o de imperfecciones en la fabricación, los sensores del aire acondicionado podrían funcionar de manera incorrecta, devolviendo valores erróneos. Dado que estos ponderan la temperatura del aire que accede a la bobina de evaporación, desempeñan un rol fundamental para la operatividad del aire acondicionado.
En definitiva, el mantenimiento de aire acondicionado reviste especial importancia para el funcionamiento adecuado de todas las unidades, nuevas o antiguas. De estos cuidados y pautas de limpieza depende no sólo la durabilidad del climatizador, sino también la salud y bienestar de las personas.
